En las etiquetas de los vinos de ESTADA aparece un fragmento del Mosaico Romano del Atleta Vencedor que, resguardado ahora en el Museo Arqueológico de Zaragoza, fue descubierto a escasa distancia de la bodega en el año 1891. En esta fantástica obra, datada en el siglo IV de nuestra era, destacan dos figuras de manera relevante; el atleta vencedor ya mencionado bajo un templete con frontón, todo ello con carácter de exaltación, y a su derecha el rival ya derrotado. Ambos personajes están rodeados de formas que parecen alegorías al vino por su color Rojo Somontano y formas que recuerdan a las conocidas ánforas romanas.

En la parte izquierda y en la superior aparecen unas inscripciones enigmáticas prácticamente imposibles de explicar, muy posiblemente escritas con carácter alegórico, tomadas del Canto II de la Eneida de Virgilio. En esta hermosa historia Virgilio relata en voz del héroe troyano Eneas -cuya segunda esposa se llamaba Lavinia- la destrucción de la mítica ciudad con la ingeniosa y osada estratagema del caballo de Ulises.

En cada una de las teselas de este mosaico se puede apreciar una delicada forma de trabajar por parte de su anónimo autor. Todos los componentes de la bodega de Estada, desde la propiedad y el enólogo hasta las más cuidadosas manos de los vendimiadores, procuramos no olvidar jamás esta clara referencia al trabajo bien hecho y mejor acabado porque todo aquello que se realiza con cuidado y esmero permanece en el tiempo, como el mosaico y los vinos de Estada.

Quizás sea éste el enigma al que se refiere Virgilio para mostrarnos el valor de lo eterno.